Las olas
La necesidad de llegar a casa después del día, con todas sus tensas atenciones, sus esperas y caminos, y sentarse a compartir la intimidad con alguien. Debemos ser la antítesis de las multitudes del mundo, que dan vueltas y vueltas, pateándose. Uno quiere deslizarse con precisión y suavidad, entre páginas sonoras y la calidez del hogar.
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